Opinión

El gobierno de Arroyo no sólo no escucha y no planifica, sino que también maltrata

por Marcelo Fernández

Como bien sabemos la mayoría de los marplatenses y batanenses, el rol de las sociedades de fomento no es sólo prestar servicios que el Municipio delega en ellas -desde hace más de 50 años- sino sobre todas las cosas construir ciudadanía a través de la participación vecinal.

Han generado en casi todos los barrios de la ciudad un espacio de participación y muchas veces de contención de situaciones sociales, excediendo así las tareas de limpieza de terrenos, el corte de pasto o el mantenimiento de una plaza.

Han sido sede de la Orquesta Infanto Juvenil, han brindado talleres de educación no formal y de oficios, así como otras se han convertido en refugios de mujeres víctimas de violencia de género, centros de evacuados o del plan fines para que muchos vecinos y vecinas puedan terminar su secundaria. Sin dejar de mencionar que muchas poseen bibliotecas barriales o espacios para realizar actividades físicas.

Los dichos de la Señora Stella Maris Marinier -hoy frente a la Subsecretaría de Asuntos de la Comunidad, ayer Delegada de Sierra de los Padres, donde también supo demostrar su incapacidad para estar frente a un cargo público- explicitan el desprecio del gobierno de Arroyo por todo vecino o vecina que reclame del estado municipal gestión y acciones concretas para mejorar el estado en el que se encuentra nuestra ciudad.

A diario vemos reclamos que surgen de distintos puntos de Mar del Plata y Batán: pastizales por doquier, microbasurales, presencia de roedores, luminarias rotas y pozos que se multiplican por la falta de mantenimiento, entre otros pesares que sufren nuestras dos ciudades. Todo consecuencia de la falta de rumbo y la planificación, pero sobre todo, de la falta acción.

A todo este escenario gris, se suma el maltrato del gobierno de Arroyo evidenciado por la no escucha al vecino y el castigo para el que exige lo que el Estado tiene que hacer.

Hemos visto en estos últimos meses como se ha sometido a los fomentistas -que no son ni más ni menos que vecinos nuestros- al derrotero de ir de despacho en despacho de funcionarios pidiendo lo que es justo y debido para sus barrios. Sabemos que no se los ha atendido todas las veces que han concurrido, aún cuando la reunión fue organizada por el gobierno y también que se les ha prometido para después no cumplir.

Sin dudas los funcionarios políticos y el Intendente les han faltado el respeto sistemáticamente. Tal vez crean que con la falta de dialogo y la cultura de la confrontación, van a acallar las voces de instituciones que la pelean todos los días y que ocupan un rol importante en nuestra ciudad.

Creemos que estas conductas no son tolerables. Tenemos la convicción que en lugar de intentar combatir, tienen que abrazar y acompañar, honrar los compromisos con los barrios y salir de la inacción, precisamente para que Mar del Plata y Batán puedan estar mejor.

(*): Concejal Acción Marplatense. Abogado. Director de Asuntos del Comunidad 2008-2015. Presidente Sociedad de Fomento Bernardino Rivadavia 1992-2000 y 2005-2007.

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